Hace dos millones de años, en la década de los 90, cuando todavía no se había inventado internet ni los coches voladores ni el amor y los dinosaurios poblaban la Tierra, un comando de cuatro estudiantes de Bellas Artes conocido como La Peñya aprovechó los ratos que pasaban juntos en clase para dibujar y publicar ocho números de Mondo Lirondo, un tebeo poblado de funny animals, editores borrachos y promesas de periodicidad mensual jamás cumplidas. Ellos eran Albert Monteys, Alex Fito, Ismael Ferrer y José Miguel Álvarez.

Veinte años después de todo aquello se reunieron para escribir y dibujar un nuevo Mondo Lirondo, una mirada loca a los sueños de juventud, los avatares de la vida, la creación y la industria del tebeo.