Tomeu Pinya
(Mallorca,1982). No rompió jamás un plato, y para compensarlo, con seis o siete añitos empezó a dibujar sobre las mesas y márgenes de cuadernos durante la lección, costumbre que no abandonaría ni en el bachiller ni en la época universitaria, aunque haciendo Bellas Artes estas cosas están más o menos permitidas. No contento con una licenciatura, liquidó también Comunicación Audiovisual, “que me ha dado la parte de guión que me faltaba, o eso se pretendía”, precisa Tomeu.
Se gana la vida entre el dibujo publicitario, la ilustración y los cómics. Ganó el premio ArtJove 2006 de cómic con la historia Cartes, incluida en el álbum Un pueblo blanco. El bar del barbudo, publicado por Planeta DeAgostini en España e Italia. Con Astiberri publicó en 2010, La marea de San Pedro. También publica regularmente la serie Neures en la revista Esquitx, junto a Carlos Aguilar.
Afirma ser curioso como Mafalda, despistado como Superlópez, ingenuo como Obélix e idealista como Corto Maltés: “Sólo lamento no ser travieso como Calvin”, puntualiza. En todo caso, permanece enamorado de las historias en cualquier forma en que éstas se puedan contar.