Dibujando a Kafka

¿Por qué Kafka y no otro autor clásico? ¿Una debilidad especial?
Desde que leyera de crío La metamorfosis, Kafka se convirtió en uno de mis autores favoritos. Recuerdo que pasar de Julio Verne a leer La metamorfosis fue para mí todo un golpe, me pasé meses intentando asimilar aquello. Es una sensación que aun sigo teniendo con Kafka, sus relatos nunca me dejan indiferente. Debo reconocer que mi novela gráfica Las calles de arena está muy influenciada por El castillo o El proceso.

Has comentado de tu anterior trabajo Memorias de un hombre en pijama, publicado el pasado mes de septiembre a partir de una serie que publicaste en prensa durante año y medio con frecuencia de una plancha semanal, que en ocasiones la entrega llegó a resultarte poco menos que una tortura china. No parece que este sea también el caso…
He disfrutado mucho haciendo este libro. Los relatos de Kafka son muy evocadores, en mi caso despiertan imágenes y sensaciones que me son muy útiles. Como decía Las calles de arena beben de esa atmósfera. Cuando Astiberri me propuso la lista de autores de esta colección de Clásicos Ilustrados no lo dude ni un momento a quién iba a elegir. Recordé un trabajo de clase, cuando estudiaba ilustración, en el que dibujé La metamorfosis y En la colonia penitenciaria. Busqué entre mis papeles y encontré alguna de aquellas ilustraciones. La verdad es que las recordaba mucho mejores de lo que eran. Por supuesto no me sirvieron de nada en este nuevo proyecto, pero me gustó ver cómo interpreté en aquel momento esos relatos. Me he dado cuenta de que siempre que leo a Kafka siento la necesidad de dibujar.

¿Cuáles han sido las motivaciones de tu aproximación gráfica a La metamorfosis y al resto de cuentos?
En un cómic debes encontrar un estilo gráfico con el que te sientas cómodo en el largo proceso que supone la creación de un álbum. Viñeta tras viñeta, página tras página debes mantener una coherencia gráfica. En mí caso, esto me hace arriesgar menos en ese sentido. Ilustrar un libro es diferente, puedes experimentar mucho más. Comparado con un cómic, son relativamente pocas las ilustraciones que debes hacer. En el caso de este libro de Kafka, compuesto por varios relatos, me daba la oportunidad además de que cada uno de los relatos podía ser una búsqueda gráfica diferente.

También parece haber una intención de que la imagen fuera un discurso paralelo a lo narrado en el texto, como si fueran dos discursos complementarios, no la traslación pura del texto de Kafka en imágenes…
Los relatos de Kafka han sido ilustrados e interpretados muchas veces así que pensé en distanciarme un poco de intentar reproducir momentos concretos del libro o hacerlo de una forma muy explícita. Pensé entonces en intentar enriquecerlos, en contar ciertas partes que en el relato están de fondo; cómo sería el cartel del espectáculo del simio de Informe para una academia o cómo serían los planos que el militar de En la colonia penitenciaria guarda con respeto como si se tratase de la palabra de Dios.

Historias paralelas con las ilustraciones

En todo caso esta es una apuesta del todo ambiciosa… ¿Tal vez ese punto de investigación que te planteabas con este proyecto es lo que más te atraía del mismo?
Bueno, más que ambiciosa, atrevida. Espero que las licencias que me he tomado con el texto original no hagan revolverse a los puristas de Kafka (risas). Los cuentos de Kafka me parecen muy sugerentes; esa atmósfera opresiva que crea, esos personajes... Me atraía mucho meterme en esos relatos y crear historias paralelas dentro de ellos. Incluso me he quedado con las ganas de desarrollar alguna de esas historias en un cómic. Quizá algún día.

En La metamorfosis te expresas en blanco y negro, al igual que en algunos cómics realizados anteriormente, pero otros los has hecho en bitono, o directamente a color. ¿Sientes alguna preferencia por alguno de ellos en el sentido de que te sientas más cómodo?
Normalmente ahora trabajo en color y mi estilo gráfico está en función de ello. Pero el volver al blanco y negro te hace replantearte las cosas, de repente es como si te faltasen herramientas. Necesitas buscar otro tipo de soluciones gráficas, prestarle más atención a la composición, darle una vuelta más a todo. Se aprende mucho suprimiendo el color.

Buceando en los logros gráficos de los que haces gala, la ilustración a doble página sobre el relato “Un artista del hambre” directamente impacta…
Ese relato me encanta. Junto con el de En la colonia penitenciaria, son mis favoritos de esta recopilación. En el caso de esta ilustración, me planteé mostrar la visión del artista del hambre y ver los rostros de todos los espectadores. Miradas de extrañeza y pena. La ilustración salió a la primera y es de las que más contento estoy del resultado, ya no sólo de este libro.

También tiene especial duende la ilustración de portada…
He intentado plasmar de una forma ambigua, casi como si se tratara de la escritura automática de los surrealistas lo que me sugiere el mundo de Kafka. El infinito, la opresión, el humor, la vergüenza...

¿Te has podido resistir a seguir algún rastro de Kafka en tu reciente visita a Praga?
Es la segunda vez que estaba en Praga, pero esta vez lo hacía con los relatos de Kafka muy frescos en la memoria. He recorrido el barrio judío y muchos rincones solitarios pensando que quizá Kafka paseo por ellos dando forma a sus relatos bajo el mismo cielo plomizo.