- Páginas: 160
- Color: Color
- Tapas: Rústica con solapas
- Formato: 16 x 21,5 cm
- N.º edición:
- ISBN: 978-84-15685-23-4
- EAN: 9788415685234
- Año de publicación:
- Año de publicación:
- Colección: Sillón Orejero
El gato perdido
Jason
- Páginas: 160
- Color: Color
- Tapas: Rústica con solapas
- Formato: 16 x 21,5 cm
- N.º edición:
- ISBN: 978-84-15685-23-4
- EAN: 9788415685234
- Año de publicación:
- Año de publicación:
- Colección: Sillón Orejero
Jason se adentra en la serie negra con El gato perdido, su obra más larga hasta la fecha, para llevar el género a su particular universo de melancólica emoción.
Un detective camina por la calle. Llueve. Ve un anuncio de un gato perdido. Un minuto después ve al gato de la foto. Lo recoge y llama al número del anuncio. Le responde una mujer. Se presenta en su casa y le devuelve el gato. Ella le invita a un café y a refugiarse de la lluvia. Empiezan a hablar y descubren que los dos tienen mucho en común. Los dos están divorciados y viven solos. Unos días después él la invita a cenar. Ella acepta. Él llega a la hora acordada. Ella no. Llama a su casa, pero no le responden. Pregunta a los vecinos. No la han visto. Ha desaparecido...
El gato perdido es una historia de detectives al estilo clásico, donde se plantea lo difícil que es encontrar un alma gemela, alguien con quien se siente una auténtica conexión, y lo que uno haría si perdiese a esa persona.
Según Ray Olson “los fans del género negro ya habrán olfateado las referencias a El sueño eterno, pero independientemente de cómo sean seducidos por el perfume, tendrán que tragarse el inmenso MacGuffin de ciencia ficción que Jason inserta en el guión más largo y posiblemente más romántico que sus flacos personajes antropomórficos hayan interpretado. Afortunadamente –añade Olson para Booklist–, si el desarrollo del argumento es chandleresco, el diálogo no lo es, lo que se adapta a la perfección al solemne reparto que hace que Bogey parezca Jim Carrey. Deliciosa... y reconfortante”.
“Jason es uno de los escasos dibujantes (o guionistas) que pueden hacer que los padecimientos existenciales parezcan graciosos, pero hace que las sonrisas provocadas parezcan tan sinceras como las que conseguimos de alguien que hace que el mundo sea un sitio menos solitario”. The National Post