Las aventuras del Capitán Torrezno volumen 1. Horizontes lejanos y Escala real

Hace muchos, muchos años, en un destartalado sótano de la madrileña calle Valverde, un viejo funcionario creó sin saberlo una civilización de fundamentalistas religiosos, recolectores de cacahuetes y nostálgicos de la estufa eléctrica. En medio de este caos de guerras fratricidas e histeria colectiva aterriza un personaje de dudoso origen, achatada figura y pocas trazas de redentor, su nombre es Capitán Torrezno.

Así comienza una de las series fundamentales del cómic español del siglo XXI que ahora recupera Astiberri con la presente publicación de Las aventuras del Capitán Torrezno volumen 1. Horizontes lejanos y Escala real, los dos primeros tomos de la saga de Santiago Valenzuela, cuya primera edición corrió a cargo de De Ponent en los años 2001 y 2003, respectivamente. Este recopilatorio incluye nueva portada, un prólogo del crítico Iván Galiano ubicando la serie y un apéndice de 8 páginas a color con las portadas originales y diferente material gráfico de interés que Valenzuela ha rescatado de sus archivos.

Tanto esta primera entrega como la novedad Las aventuras del Capitán Torrezno volumen 7. Anamnesis, estarán disponibles ambas a la vez en librerías, y tendrán continuidad con los volúmenes 2 (Limbo sin fin y Extramuros, con una edición prevista para enero de 2024), 3 (Capital de provincias del dolor y Los años oscuros, mayo de 2024), 4 (Plaza Elíptica, ganadora del Premio Nacional del Cómic 2011, y La estrella de la mañana, septiembre de 2024), 5 (Babel, enero de 2025) y 6 (La última curda, mayo de 2025).

“A caballo entre la épica y el humor –mantiene Jorge García en Tebeosfera–, el Capitán Torrezno es un pez fuera del agua, un borrachín de taberna transferido al Micromundo, territorio de fantasía heroica en cuyos asuntos interfiere sin pretenderlo. Por azar, Torrezno se convierte en paladín de la ciudad sitiada de Deeneim, defendiendo unos intereses tan oscuros como los de aquellos a quienes combate”.

“En secuencias hábilmente dosificadas a lo largo del relato –prosigue García–, Valenzuela deja caer con astucia que las cosas no son lo que parecen. Además, como un buen cronista, registra las vicisitudes del Micromundo y las distintas cosmogonías generadas por sus habitantes, construyendo así un universo imaginario que su admirado Jorge Luis Borges hubiera leído con agrado”.

“Santiago Valenzuela es, clínicamente, un superdotado.”

“Las aventuras del Capitán Torrezno es una obra más grande que la vida, llena de ideas sorprendentes y tan épica como descojonantemente castiza".

“Aceptemos que hay algo de Cervantes en Valenzuela por sus prácticas meta ficcionales, su juego y sátira de los géneros, el carácter polifónico del relato y su experimentación con las estructuras narrativas. Sumo a Valle-Inclán: he aquí el esperpento llevado propiamente al cómic, un auténtico espejo deformador de la humanidad, herramienta para la crítica y el retrato social. Y cierro, ineludiblemente, con Borges al que me recuerda en su forma de introducir lo fantástico desde lo mundano y por su obsesión por contener la totalidad en lugares o cosas”.